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Golden Horn se corona en Longchamp

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El pupilo de Gosden, con un inspirado Lanfranco Dettori en la silla, se impuso con gran autoridad en el Arco 2015, por delante de Flintshire, New Bay y Treve, cerrando, a falta de ver si corre finalmente en la Breeders´ Cup, una campaña clásica espectacular. Por Javier de Miguel.

Golden Horn, con Dettori, ganando el Arco 2015. Foto: Jesús de Miguel. Golden Horn, con Dettori, ganando el Arco 2015. Foto: Jesús de Miguel.

El campeón del Arco apareció en la ronda de presentación con cierto nerviosismo, babeando ligeramente, quizá por el ligero viento presente, las ovaciones que el público brindaba a Treve según ésta pasaba por los diferentes sectores del paddock o el jaleo que montó durante parte de la ronda la nerviosísima Siljan´s Saga. Echando la vista atrás, seguramente Golden Horn no se encontraba nervioso sino ansioso; ansioso por salir a la pista y alejarse del bullicioso paddock, galopar por el verde parisino, entrar en acción y demostrar el caballazo que es. Por su parte, Treve, aplaudida allá por donde pasaba, se mostraba coqueta, orgullosa, mientras a Flintshire se le veía tranquilo y acostumbrado a un paddock (y a una prueba) que conoce a la perfección. Apuntar que Frine, la yegua del Duque, estaba guapa y muy bien presentada.

Nada más dar la largada, Dettori llevo a cabo una maniobra poco ortodoxa y arriesgada (por el hecho de recorrer muchos más metros que sus rivales) que, a la postre, fue importante para llevar un buen recorrido y fue decisiva para conseguir la victoria. Tras salir por el cajón 14, abrió por completo al caballo castaño para, por un lado, relajarle y dejarle cabalgar libremente lejos del paquete y, por otro lado, avanzar hasta colocarse detrás de la puntera, compañera y peacemaker de la favorita y por delante de Flintshire y New Bay. Dolniya, Found y Erupt galopaban en el medio del paquete y Treve marchaba más atrás a la espera. Sin un recorrido sin mucho ritmo y apenas cambios de posición se llego a la curva y, tras enfilar la recta, Golden Horn superó con facilidad a Shahah e imprimió una progresiva aceleración que no pudo aguantar New Bay, que flotó durante unos metros a mitad de recta, y apenas resistir Flintshire. A falta de 200 metros para la meta la gemela ya estaba decidida; mientras el tres años de Abdullah aguantando por los palos, Erupt progresando por el medio del paquete, y Treve rematando desde atrás por el exterior peleaban por el resto de plazas remuneradas. Finalmente, New Bay aventajó a la yegua por poco más de una nariz y consiguió la tercera plaza. Erupt, que en mi opinión molestó y freno el ataque de Dolniya y le impidió pelear por una colocación (hubo reclamación tras la carrera) fue quinto. Frine fue en las últimas plazas durante toda la carrera, no tuvo en ningún momento chance de quedar cerca de la cabeza y acabó en el puesto 14.

Con su impresionante victoria, Golden Horn ha sumado su cuarto G1 del año y ha conseguido el doblete Derby-Arco, una difícil hazaña pues supone mantener la forma desde verano hasta inicios de otoño. En lo que va de siglo sólo lo han logrado Sea The Stars, Workforce y Sinndar.

Cabe destacar la gran monta de Dettori que, saliendo por uno de los cajones exteriores, se puso desde el principio en las posiciones delanteras y tuvo la valentía de atacar a principio de recta. Una vez visionada detenidamente la repetición, queda claro que el italiano efectuó una monta perfecta. En parte porque siguió la tendencia de las tres primeras carreas de la tarde (y de la mayoría del sábado) pues, en una pista rápida –gracias a la ausencia de lluvias durante la semana y el calor del domingo- las victorias fueron cosechadas por caballos que marcharon en punta o cerca de la cabeza y no se prodigaron grandes remates. Es el motivo por el que se puede pensar que Jarnet llevó demasiado lejos a la hija de Trevise, tal vez porque el gran jockey francés, aún así, esperaba de Treve la magnífica aceleración de antaño o no contaba con un ataque tan temprano. Particularmente, me hubiese gustado ver una carrera en la que Shahah hubiese marcado un ritmo más duro. Creo que le habría venido mejor a la yegua francesa. Pero ya se sabe, carreras son carreras. Por otra parte, son muchos los que piensan que Golden Horn hubiese ganado de todas maneras.

Volvamos a Frankie. El milanés estaba pletórico, henchido de felicidad, con una sonrisa perenne de oreja a oreja y jaleando al público en todo momento. El pasillo de la pista al paddock de ganadores, ante un público entregado, fue una amalgama de gritos, gestos, brazos al cielo que acabó con su carismático salto al suelo. Es la reacción esperada tras ganar una de las carreras más importantes de Europa. Sin embargo, pocas veces he visto a Dettori tan extasiado de alegría, disfrutando cada segundo de celebración y alargando al máximo la misma (en la siguiente carrera, el Prix de l´Abbaye, no tenía monta). Teniendo en cuenta que “solo” ha ganado dos veces (con Sakhee y Marienbard en 2001 y 2002) y de eso hace ya 13 años, y que en los últimos años no había montado a muchos caballos con opciones reales de victoria, pienso que Lanfranco tenía especial ganar por triunfar en la clásico por excelencia del otoño francés. Sobre Golden Horn comentó en la rueda de prensa: “es el mejor caballo que en montado en toda mi vida”.

Los responsables del caballo inglés han confirmado que no correrá a cuatro años y que, como mucho, disputará la Breeders´ Cup. No sabemos si en la decisión sobre correr la Breeders tendrán voz y voto los dirigentes de Darley, que han comprado la mitad de la propiedad para la cría.

En el Prix Marcel Boussac (1.600 metros, yeguas de 2 años) venció con facilidad y mucha clase Ballydoyle, montada por R.L. Moore, seguida de Turret Rocks y Qemah. Los bookmakers ya han colocado a la yegua de Coolmore entre las favoritas de las Guineas y el Oaks de 2016.

Ultra, con Barzalona en la silla, se impuso a su compañero de Godolphin, Cymric, en la bonita llegada del Grand Criterium.

En los 2.000 metros de la Opera, pudimos disfrutar de la llegada más espectacular de todo el meeting, un cuerpo a cuerpo entre Covert Love y Jazzi Top, en el que el primero volvió sobre el caballo de Gosden cuando parecía ya batido y consiguió batirle por poco más de una nariz. Precisa monta de Smullen que le ganó la partida a Dettori, todo un experto en llegadas cerradas. Es de esas carreras que merece la pena ver repetida unas cuantas veces.

En el sprint de la Abadía, Goldream remató en el momento preciso y superó en los metros finales a Rangali (44/1), quien realizó una espectacular remontada desde los puestos finales y a punto estuvo de dar la sorpresa y alzarse con la victoria. El trío lo cerró, viniendo desde el penúltimo puesto Muthmir.

El Prix de la Foret se lo adjudicó Make Believe por delante de Limato, uno de los favoritos, y el Godolphin Toormore.

La sorpresa del día llegó en el Cadran con la victoria de Mille et Mille, en una carrera con poco ritmo y en la que el resto de caballos le “dejaron hacer”, lideró de principio a fin y se impuso con autoridad. Kicky Blue y Fun Mac cerraron el trío.

Me sorprendió no ver Longchamp abarrotado hasta la bandera. En mis 14 presencias en el meeting del Arco, es el año que menos afluencia de público he visto. Dejando aparte la falta de la marea japonesa que años anteriores han comprimido las gradas y le han dado un ambiente peculiar a la cita parisina (presencia alemana tampoco ha habido), hemos llegado a la conclusión (yo y mis compañeros de viaje) que la falta de público se ha podido deber a la coincidencia del meeting con el Mundial de Rugby de Inglaterra (evento deportivo muy seguido en Reino Unido y también en Francia), que ha reducido la llegada de aficionados de las islas. Aún así, esperaba ver un público francés más multitudinario y comprometido con la “causa Treve”.

Sí fue bonito y emotivo el recibimiento y la ovación a Treve, tanto en la pista como en el paddock, momentos después de acabar la carrera. Se reconoció el mérito y la clase de la sensacional yegua francesa, a la cual llevaremos en nuestro corazón para siempre.

Texto: Javier de Miguel

Foto: Jesús de Miguel



21 de noviembre de 2024