ENTRE COPAS se retira de la competición

El hijo de Sakhee y Priena (Priolo), nacido en mayo de 2004, debutó a 3 años en San Sebastián en una carrera de gentlemen con Diego Sarabia quedando último a 8 cuerpos del ganador. Esa carrera no presagiaba la rocosa carrera del pupilo de Ioannes Osorio. Tampoco lo hizo su primera victoria en noviembre de 2007 en un hándicap segunda parte con 53 kilos y la monta de Horacio Betansos. A partir de ese momento ENTRE COPAS despega y no se cae de la llegada en 4 hándicaps y en 2008 gana su primera Gladiateur, título que revalida en 2009 en el que es 3º del Gran Premio de Madrid, el Memorial y el GP de San Sebastián, y 5o de la Copa de Oro.

En 2010 es segundo del GP de Madrid con Fayos en la silla, un año sin victorias que es la antesala de su mejor año como corredor, 2011: victorias en la Mijas Cup, Corpa, GP de Madrid, GP de San Sebastián y Gladiateur. Todas con Croquevieille en la silla. ESPECTACULAR.

2012 es un año nuevamente sin victorias, aunque con buenos segundos puestos rozando repetir la Mijas Cup, el GP de Madrid y el Corpa. Intenta por tercera y última vez conseguir la Copa de Oro, única grande que se le resistió, donde en tres actuaciones no pasó del 5º puesto.

Aunque tras este año en los corrillos de aficionados se llegó a hablar de declive, en 2013 el caballo volvió a demostrar que no nos podíamos olvidar de él. Tras un arranque de temporada 5º del Alburquerque, ENTRE COPAS se adjudicó de un tirón el Corpa, el GP de Madrid -tras distanciamiento de ACHTUNG- y el GP de San Sebastián. Tras un buen tercero de ABDEL en el Memorial volvió a ganar con contundencia el Gladiateur por cuarta ocasión.

En suma, ENTRE COPAS ha firmado 53 carreras, ganando 16 veces y consiguiendo 23 colocaciones para sumar 385.000 euros en premios. Todo sin salir de España por su especial carácter. El alazán de África resume en su brillante carrera buena parte de la esencia del turf. Como aficionado me llevo el haber podido disfrutar de cerca de la majestuosidad del hijo Sakhee en el paddock de ganadores tras sus victorias; un recuerdo inolvidable de los que se cuentan con los dedos de la mano.

La película que lleva su nombre evoca al buen vino equilibrado y vigoroso que mejora con la edad, cualidades que bien definen a ENTRE COPAS. Ahora le toca vivir entre las copas que ganó. Bravo, CABALLO, bravo GLADIADOR.