ENABLE 2.0 - Ella es muy fuerte

Las escenas generales del guión eran muy similares a las de 2017: mañana de cielo gris y con presencia de la lluvia, el mismo favoritismo unánime (1,8/1 en la pasada prueba, 2/1 en la presente), 17 rivales a los que batir, un buen cajón de salida para ella (el sorteo le deparó el cajón 6), exteriores para algunos de sus principales rivales (Waldgeist, Kew Gardens, Sea of Class, Study of Man partían por el cajón 13,14,15 y 17 respectivamente). 

Ya en el paddock, en la ronda de presentación de la prueba magna del turf francés, la semejanza se prolongaba. Enable aparecía con la misma mezcla de tranquilidad, animación y superioridad (esta última, típica y particular de las yeguas que se saben superiores tanto a hembras como sobre todo a machos y que ya hemos visto en este paddock con Zarkava o Goldikova, por citar ejemplo cercanos en el tiempo) que en el otoño precedente. Ya sólo faltaba la disputa de la Clásica para comprobar si el paralelismo se completaría o se venía abajo cual castillo de naipes. 

La divergencia podía venir, precisamente, por las particularidades de la presente edición y, por tanto, las disparidades con la anterior: Por un lado, la compleja e imprevista temporada de Enable, con una única salida (y victoria) en arena en un Grupo III de Kempton a mitad de Septiembre debido a una lesión de rodilla que le ha tenido 11 meses sin correr (de hecho, la anterior carrera a ésta fue el Arco del año pasado), se contrapone con la perfectamente planificada y casi inmaculada de 2017, que incluyó 5 victorias (4 Grupos I) en 6 carreras disputadas; por otro lado, la carrera se presentaba con rivales seguramente más peligrosos y en forma, con Sea of Class (6/1) como rival principal. La yegua entrenada por Haggas llegaba en forma a París tras vencer en el Oaks Irlandés y en el Yorkshire Oaks y contaba con la ventaja de peso que se le otorgan a los tres años (un aspecto relevante en esta prueba por lo avanzado del año y teniendo en cuenta el palmarés de la última década). La cuadra de Sea Of Class, propiedad de Christopher Tsui, ya sabe lo que es ganar en dos ocasiones la prueba, con Urban Sea (1993) y Sea the Stars (2009) y tiene siempre el Arco como uno de los objetivos principales para sus caballos. Waldgeist (ganador del Grand Prix de Chantilly y del Foy), de Fabre y el Coolmore Kew Gardens (Grand Prix de París), ambos ganadores de Grupo I en Longchamp, también partían con una buena opción de victoria, sin olvidar a los dos Godolphin, Cloth of Stars y Talismanic.

Además, la prueba regresaba a Longchamp, tras disputarse los dos últimos años en Chantilly por las obras de remodelación del hipódromo del Bois de Boulogne, lo que suponía el debut de Enable en la pista parisina.

Lanfranco Dettori (seguramente consciente de todos los antecedentes y factores anteriormente citados) calcó la estrategia de 2017: mantener a la yegua desde la largada en las primeras posiciones tapada por los punteros (algo facilitado por su cajón de salida), enseñarle pista a 400 metros, desplegar el remate a 300 y aguantar por los palos el ritmo y el sprint de los rivales en el último hectómetro. Este año, por las circunstancias, estaba claro que no iba a ser fácil dominar la prueba. Pero finalmente, Enable alcanzó los palos en primera posición, gracias a la medida y magnifica monta del jockey italiano, a su aceleración primero y a su coraje y aguante final, corta cabeza por delante de Sea of Class, que marchó en la cola durante toda la carrera y una vez encontró hueco, con algún problema de tráfico incluido, desplegó un maravilloso remate por el medio de la pista que, por muy poco, no fue suficiente para coger a la vencedora. Cloth of Stars avanzó desde el medio del paquete para alzarse con la tercera posición, repitiendo colocación y demostrando que el Arco se le da realmente bien. Waldgeist, viniendo desde atrás, fue cuarto tras pelear durante toda la recta. Capri, segunda durante gran parte de la carrera, aguantó en la parte delantera para hacerse con la última plaza remunerada. Kew Gardens fue séptimo, mientras que Talismanic, otro de los favoritos, acabó en la decimotercera plaza.

Enable y Dettori, superaron la falta de competición y de forma con calidad, clase y garra y certificaron un doblete histórico, el único hasta la fecha conseguido en dos hipódromos diferentes (Longchamp y Chantilly). Gosden y Dettori estaban muy orgullosos y felices con la actuación de la yegua. El entrenador destacó la dificultad de ganar el Arco con una sola carrera en el cuerpo y subrayó su júbilo ante ganar la carrera tras una preparación frustrada, llena de contratiempos. Al final, sentenció: “Ella es muy fuerte”. Según el jockey, “Enable entregó toda su potencia en los últimos 300 metros para resistir el asalto de Sea Of Class”. Además, Frankie admitió que nunca se había sentido tan nervioso en su carrera como antes del inicio del Arco y comentó que la presión, el favoritismo, la posibilidad del doblete y la falta de competición de la yegua han producido una edición muy especial para él. La victoria de Enable, si bien lejos del dominio de 2017, tiene aún más mérito si cabe por las dificultades superadas y la pelea que demostró. Lo que está claro, que el doblete conseguido por la yegua de Khalid Abdullah la convierte en una yegua superclase.

Por su parte, tanto el entrenador como el jinete de Sea of Class coincidieron en que el cajón 15 no les benefició, en la gran monta de Doyle (Tsui apuntó que James había perdido peso para poder montar a la tres años) y en que les batió una gran campeona. El propio Tsui dijo: “en la línea recta pensamos que no teníamos oportunidad. La forma en la que acabó (refiriéndose a su princesa) es increíble”. Ciertamente, Sea of Class dio un gran valor en la prueba y su remate es de esos que quedan mucho tiempo en la memoria. Con un cajón más interior, es posible que hubiese podido llevarse el trofeo.  Es una yegua con mucho recorrido por delante que puede dar muchas alegrías en la edad clásica y que, por las palabras de Haggas, es muy posible que regrese el próximo Octubre al meeting de Longchamp para aspirar al trono de la máxima prueba. 

Otra edición más que proporciona nuevos records: Frankie Detorri se adentra más aún en la historia con su sexto triunfo en su trigésima participación, Khalid Abdullah iguala las seis conquistas de Marcel Boussac en el palmarés de cuadras y Enable ha certificado el octavo doblete de la carrera. El otoño sigue siendo de las yeguas, que prolongan el dominio en esta década pues sólo dos machos, Workforce (2010) y Golden Horn (2015), han logrado vencer. ¿Seguirá la tendencia el siguiente año con la propia Enable o con Sea of Class? El próximo año deberemos volver a Longchamp para averiguarlo.

Mucha calidad en los 5 Grupos I restantes
El Criterium de yeguas (Prix Marcel Boussac) se lo adjudicó Lily´s Candle (P.C. Boudot) tras un duelo precioso con Matematica; Royal Marine, con Murphy en la silla, le daba a Godolphin la victoria en un Grand Criterium de poca participación pero con una bonita y peleada llegada. Godolphin también vencía en la Opera gracias al dominio de Wild Illusion (que a dos años venció en este mismo meeting pero en Chantilly). El siempre emocionante hectómetro en línea recta de la Abadía se marchó, con la victoria de Mabs Cross, para Inglaterra después de un final de infarto. En el Prix de la Foret, One Master otorgaba el segundo G1 del día para Boudot e impedía la tripleta de Godolphin. 

En definitiva, una espectacular jornada repleta de algunas de las mejores carreras de la temporada turfística y con un plantel de caballos de lo mejorcito de Europa. Este año retornó al remodelado y dorado hipódromo de Longchamp que aún no está a la altura del nivel de sus carreras y que tiene trabajo por delante de cara a la disputa de los próximos meeting de 2019 y con la vista puesta en el siguiente Arc Weekend.